Queridos nocturnos, me encuentro sumergido en un limo de completa distracción, mis ideas yacen en el fondo ahogadas entre tanta cotidianidad. Compañeros nocturnos, los invito a despertar mi creatividad e imaginación, mi cuento de nunca acabar está en crisis, que fiasco. Extráñenme, yo los extraño. Extraño la soledad de mis palabras, extraño al fantasma del recuerdo, extraño la agónica inconformidad de los susurros del viento tibio, el aliento de mis nocturnos. El vicio, soy victima del vicio, es la carne de mi amante, el sabroso elixir del ron espirituoso, la verdad, soy victima de todos ustedes.
Rafael Urdaneta Saraúz (Fefo)
30 – 01 - 2011